Santa Bárbara se comunica con poblaciones vecinas por medio de vías carreteables; del corregimiento a la vía principal existe una distancia de 2 kilómetros , tramo que se encuentra en mal estado por falta de mantenimiento. El trayecto hasta Sandoná es de 18 kilómetros de distancia, es destapado. Según el plan de desarrollo municipal existe contrato de pavimentación de 10 kilómetros aproximadamente hasta el corregimiento del Ingenio, la distancia a Pasto es de 30 kilómetros , vía pavimentada, existen caminos de herradura por los cuales se comunica con veredas, corregimientos y municipios como Consacá y Pasto, atravesando las inmediaciones del Volcán Galeras.
El pueblo se encuentra en una planicie que presenta desniveles, sus calles no son afirmadas ni pavimentadas y no presentan sistemas de desagües, por lo que la lluvia aumenta su deterioro. Sus viviendas son construidas básicamente con muros de ladrillo, los pisos en algunas casas son en tierra, otras en cemento o en baldosa. Acostumbran dejar un espacio libre entre el cielo raso y el techo, llamado soberado o troja utilizando para almacenar semillas y alimentos. Las casas constan por lo general de cocina, una o dos alcobas, baño y huerta; la cocina se utiliza también para comedor y cría de cuyes en el piso. En el huerto mantienen cerdos, gallinas y cultivos como maíz, fríjol y hortalizas.
Anteriormente esta región estaba poblada de gran variedad de especies nativas, al paso del tiempo la gente fue tomando posesión de tierras en los alrededores, de esta manera se deforesta con el fin de acondicionar potreros para la cría de ganado vacuno. En la actualidad la tala de bosques se ha incrementado llegando hasta los límites del parque natural del Galeras. La historia, costumbres y tradiciones han perdurado y se han trasmitido de generación en generación mediante la tradición oral, las personas de edad avanzada son sus más dignos representantes, entre ellos fueron los señores Absalón Tutistar y Luís Galeano. Según sus versiones y las de otras personas de la comunidad, Santa Bárbara fue resguardo Indígena por muchas generaciones. Se presume que antes de la Colonia existió un asentamiento indígena perteneciente a los Quillacingas, los que en su gran mayoría huyeron a las montañas abandonaron sus parcelas a la llegada de los españoles y muy pocos quedaron en la región.
Constituido el cabildo de Santa Bárbara, pasaron en su historia muchos gobernadores entre ellos Don Elíseo Botina quién fue el último gobernador del cabildo hasta 1.944, cuando pasa a ser corregimiento. La localidad cuenta con un puesto de salud en precarias condiciones, a cargo de la Promotora de Salud: quién dedica sus esfuerzos especialmente a la población infantil y mujeres gestantes, ofrece servicios de vacunación, curaciones y control de desarrollo, el servicio de medicina general se ofrece cada 15 días. Es de anotar que para aliviar algunas dolencias, existe la costumbre de acudir a remedios caseros, con el uso de plantas medicinales.
No hay servicio de Odontología, razón por la cual se adolece de caries en la población en general. En caso de urgencias se acude a los puestos de Salud de La Florida y Sandoná.
La nutrición se basa especialmente en alimentos ricos en almidones y azucares como el arroz, plátano, yuca, maíz, panela, café (acompañante de las comidas), también se consume frijoles, lentejas y zanahorias, huevos "incubados", que compran en las tiendas, aunque en la región se producen huevos de campo, éstos son vendidos o se abarcan para reproducir, caso similar ocurre con las frutas y hortalizas, se consumen muy poco y más bien se venden para comprar otros alimentos como arroz, carne, cebolla y papa los días Sábado en Sandoná.
Según el testimonio de los padres de familia, la población adulta y de la tercera edad, escasamente tuvieron uno o dos años de escolaridad y existen quienes no saben leer ni escribir, argumentan que la educación en la familia es acorde con la que ellos recibieron de sus padres y mayores, guiada por los preceptos de la religión católica cristiana. Actualmente cuenta con la I. E. Agropecuaria Simón Bolívar, a los que asisten la mayoría de niños y jóvenes. La Institución cuenta con una población de 100 estudiantes en bachillerato y en ciclo de primaria con 80 estudiantes.
Sus viviendas son pequeñas, habitan hacinados en condiciones de higiene y salubridad precarias, carece de rellenos sanitario, factores que influyen en la contaminación de su ambiente cercano. por parte de la I. E. Agropecuaria Simón Bolívar se orienta, para que en cada vivienda se adapten fosas para desechos orgánicos y para desechos degradables.
Existe acueducto, alcantarillado y energía eléctrica en el pueblo, más no en sus alrededores. El mantenimiento del agua está a cargo de un miembro de la comunidad que carece de capacitación adecuada para su manejo; el alcantarillado está en condiciones precarias, entregando las aguas negras a una quebrada causando contaminación ambiental.
Santa Bárbara tiene una plaza con un polideportivo donde se practica el juego de la chaza y el microfútbol; alrededor de esta, se encuentra la capilla, el puesto de salud y el salón comunal las construcciones que corresponden a la escuela y al colegio están ubicadas en la entrada del pueblo.
Según el último censo realizado por la Promotora de Salud en el corregimiento de Santa Bárbara, existen aproximadamente 453 habitantes discriminados así: 130 niños, 123 jóvenes y 200 adultos; aproximadamente 80 familias (promedio de 6 personas).
Los apellidos nativos que aún se conservan son: Cuatindioy, Anganoy, Botina, Chincha, Mojomboy, Mojana, Jamauca, Descanse, Yanguatín, los dos últimos predominantes en el
Corregimiento de Santa Rosa
La comunidad Santabarbareña y en especial la I.E. Agropecuaria Santa Bárbara reciben el apoyo logístico y capacitación de Instituciones como El comité Regional y Municipal de Cafeteros, La UMATA (Sandoná), y eventualmente de Parques Naturales, y CORPONARIÑO.
Santa Bárbara presenta organizaciones comunitarias como son junta de acción comunal, junta de la iglesia, junta del agua, asociación de padres de familia, asociación de ex alumnos y madres comunitarias.
La agricultura ocupa el primer renglón en la economía del corregimiento, aproximadamente en un 50%, de los cuales un 30%, corresponde al cultivo del café en la zona baja (Chacaguayco), el 10% al cultivo de maíz (zona media), el 10% restante a los cultivos de plátano y frutas (pinas, naranjas, papayas), en la zona baja hortalizas y fríjol en la zona media.
La zona alta se caracteriza por grandes potreros para pocas vacas lecheras (ganadería extensiva), la leche se vende por litros y es recogida por comerciantes que la transportan hasta la Florida y Pasto. Es así como la ganadería ocupa un segundo renglón con un 30% aproximadamente de la producción total.
Los productos agrícolas y pecuarios se comercializan en gran parte, y una mínima cantidad es destinada para el consumo familiar.
El tercer renglón corresponde al trabajo artesanal, con un 20%, a pesar de que casi en todas las familias elaboran un promedio de 4 sombreros semanales, su trabajo es mal remunerado, pues, cada sombrero tiene un costo bajo dependiendo del calibre de la paja y la calidad del tejido.
La riqueza cultural de la región se trasmite de una generación a otra mediante relatos orales, en los cuales se mezclan las creencias religiosas con agüeros y lo sobrenatural. Entre los relatos míticos están el duende, la vieja llorona, fantasmas y seres de ultratumba como el "cocopollo" y la calavera; sombras y otras visiones.
Por ser católicos por excelencia, predomina el matrimonio, existen algunas parejas que viven en unión libre, pero al igual que las madres solteras son mal vistas. La familia es de tipo tradicional, donde se agrupan abuelos, tíos, nueras yernos, sobrinos, padres, etc. Algunas son extensas, otras son pequeñas, debido a que sus miembros han emigrado.
En algunas familias, aún se acostumbra reunirse alrededor de la hornilla a contar sucesos o a escuchar historias de los ancianos y mayores, característica de la tradición oral. Sin embargo la llegada de la televisión, atrae su atención, influye en el comportamiento especialmente de niños y jóvenes, que se manifiesta en su juego, en su vestir, en la música que escuchan y también en sus actitudes frente a su sexualidad.
Dan importancia a rituales para ahuyentar espíritus, para curar el espanto en los niños o el "mal aire", que penetra en las personas cuando visitan cementerios, partes alejadas, sólidas y oscuras. Los agüeros hacen parte de la cotidianidad, por ejemplo al "cuscungo" (búho), le atribuyen malos presagios; la mala mata de sábila, se la cuelga a la entrada de las casas con una cinta roja para ahuyentar la mala suerte y los maleficios; la ruda ahuyenta los espíritus y el mal aire. Otra creencia es que las personas que recién mueren, en su camino a la eternidad sienten sed, por eso es necesario colocar un vaso con, agua debajo o al lado del muerto en el velorio. Así existen una serie de mitos que merecen un estudio especial.
Antiguamente el baile que se practicaban fiestas sociales y culturales, era el bambuco, amenizados por grupos musicales de la región en los cuales predominaban guitarras, violín, maracas y carrasca; estos grupos interpretaban canciones alegres, melodías de corte romántico y lamentero del folclore colombiano y ecuatoriano. Los atuendos típicos de las mujeres, consistían en follados de paño o bayetilla, blusas de colores fuertes, pañolón, sombrero y como peinado largas trenzas o quernejas. Los hombres vestían camisa blanca, pantalón de paño de color oscuro, alpargatas, ruana y sombrero.
Actualmente contadas personas de la tercera edad utilizan los vestidos típicos, las mujeres mayores de cuarenta años jamás utilizan pantalones, solo vestidos enteros y faldas.
Hoy las fiestas se amenizan con equipos de sonido moderno o con grupos musicales principalmente de Anganoy, Mapachico y Sandoná. La generación de jóvenes prefiere la música actual y su vestimenta acorde con la moda popular.
En los actos culturales que se realizan en fechas especiales, como el día de la familia, fiestas patronales, novenas de aguinaldos, etc., participan activamente los niños, jóvenes, adultos y ancianos demostrando sus aptitudes artísticas en poesía, sociodramas, sainetes, destacándose la participación en coplas y teatro. Como recreación se practican juegos autóctonos, como la chaza de mano y el cuspe, la vara enjabonada, el marrano encebado, también el naipe, las bolas, la lotería, parqués y dominó con apuestas en cada juego de dinero en efectivo, cerveza y aguardiente. También se practican deportes como el microfútbol, fútbol, baloncesto, voleibol y atletismo siendo este el deporte que mayores triunfos ha dado al corregimiento y particularmente a la institución educativa.
El Corregimiento de Santa Bárbara, está enmarcado por unos principios tradicionales, que se manifiestan en costumbres autóctonas que pasan de generación en generación. Para sus habitantes, las fiestas Religiosas ocupan un primer lugar, destacándose la fiesta de Santa Bárbara ó Virgen del Rayo, que se celebra el 4 de Diciembre de cada año, festejada con ceremonias como novenas, vísperas, Santa misa y procesión; seguido de actos culturales, sociales y deportivos. También se acostumbran las romerías al Santuario de la Virgen de Las Lajas en Septiembre y en Semana santa, algunos se transportan en bus escalera y otros lo hacen a píe. En tiempos de sequía o inviernos intensos se hacen rogativas a San Isidro, ceremonias en las que participan desde los niños hasta los ancianos, lo que demuestra que su gente es eminentemente católica.
El origen de la imagen de Santa Bárbara tiene una historia curiosa. Cuentan las personas mayores, que en esta comunidad, perteneciente a la antigua encomienda de Mataconchuy no existía una patrona o un patrón, enterados que en el corregimiento de Matituy (La Florida), existía una imagen de una Santa abandonada en la sacristía de la Capilla, un grupo de habitantes se desplazaron hasta allá, esperaron que los feligreses entraran a misa y penetrando a la sacristía, se apoderaron de la pequeña imagen de Santa Bárbara y salieron huyendo. Algunas personas se dieron cuenta del robo y alertaron a la comunidad Matituyense saliendo en su persecución, cuando estuvieron a punto de alcanzarlos un fuerte aguacero con terribles tormentas eléctricas fue percibido exclusivamente por los perseguidores, quienes atemorizados regresaron a su región contando lo acontecido.
La mencionada imagen existe hasta el momento, es venerada y proclamada como patrona y fue en su honor que se dio el nombre de Santa Bárbara de Mataconchuy, hoy corregimiento de Santa Bárbara. En la capilla de Santa Bárbara existen las imágenes de la Virgen María, un crucifijo pequeño y el niño Jesús de las Potencias, donado por familiares residentes en Pasto, la que merece devoción especial por atribuírsele milagros y favores especiales.
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